jueves, 22 de diciembre de 2016

Una molécula extraída de la soja y del aguacate es capaz de mejorar el dolor, la funcionalidad y el consumo de antiinflamatorios en pacientes con artrosis

La fracción insaponificable del aceite de soja y aguacate ya había demostrado en numerosos estudios su acción franca en pacientes con artrosis reparando el cartílago articular.

En esta ocasión investigadores polacos del Departamento de Reumatología del Instituto Nacional de Geriatría en Varsovia, administraron a 4822 pacientes con artrosis de rodilla un suplemento que contenía 300 mg de la fracción insaponificable del aceite de soja y de aguacate en una relación 2:1 (200 mg del de soja y 100 del de aguacate). Los pacientes no debían tener otras enfermedades reumáticas asociadas y no debían recibir tratamiento con otros fármacos conocidos como SYSADOAs o fármacos de acción lenta sobre la artrosis entre los que están la glucosamina, condroitina o diacereíana 

Los pacientes fueron valorados cada dos meses y se realizó una evaluación final a los seis meses empleando distintas técnicas y escalas.

Finalizaron el estudio 4186 pacientes que acudieron a las cuatro visitas programadas y presentaron una edad media de 60'7 años, siendo el 73'4% mujeres. Durante los seis meses que duró, no se notificó ningun efecto adverso grave.

Los pacientes que consumían antiinflamatorios (AINEs) al inicio del estudio representaban el 58'8% del total, y a los seis meses, solo los empleaban el 24'9%, y las cantidades empleadas también se redujeron al pasar de 1 en la primera visita a 0'67 a los seis meses

Los autores concluyen que la gran mayoría de los pacientes que concluyeron el estudio, mostraron una reducción gradual del dolor en las articulaciones, una mejora de la capacidad funcional y una reducción significativa de la ingesta de AINEs.


domingo, 18 de diciembre de 2016

La melatonina revierte el daño neuronal en la enfermedad de Parkinson

Una investigación realizada por científicos del departamento de Fisiología y del Centro de Investigación Biomédica la Universidad de Granada, ha demostrado que el empleo de una sustancia natural, la melatonina, presente en el cerebro puede revertir las lesiones neuronales que aparecen en la enfermedad de Parkinson, contribuyendo a normalizar la motilidad alterada.

En el estudio se emplearon peces cebra ya que poseen una "vía dopaminérgica" similar a la que existe en humanos involucrada en la aparición del Parkinson y se utilizaron como modelo del que se pueden extrapolar los resultados a humanos.

Se evaluó la pérdida de neuronas dopaminérgicas mediante técnicas de biología molecular y de diagnóstico por la imagen evaluándose los procesos de muerte neuronal, neuroinflamación y fallo mitocondrial, que son las principales alteraciones que conducen a la aparición de la enfermedad de Parkinson.

Cuando se trató a estos peces con melatonina, se previnieron los daños neuronales y se revirtieron cuando ya se han producido alteraciones neuronales mediante la normalización de la expresión de unos genes que regulan el funcionamiento de las mitocondrias y que se encuentran alterados en la enfermedad de Parkinson.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

¿Una prometedora cura para la diabetes tipo 1 en una planta medicinal?


La artemisinina es una sustancia que se extrae de una planta medicinal ya utilizada desde hace cientos de años por la medicina tradicional china, la Artemisia annua, que recientemente demostró ser un buen antipalúdico, por lo que a la descubridora (Dra. Tu Youyou) de este efecto se le otorgó en 2015 el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.


Esta molécula, está siendo empleada como base para numerosas investigaciones como por ejemplo el cáncer. Pero ahora, un grupo de científicos coordinado por Stefan Kubicek, líder del grupo en el CeMM-Österreichische Akademie der Wissenschaften (CEMM) ha demostrado que la artemisinina es capaz de cambiar el programa epigenético de las células alfa productoras de glucagón e inducen profundas alteraciones de su función bioquímica, que conlleven a que sean capaces de producir y secretar insulina.

Se produce un salto cualitativo en los intentos de regenerar el páncreas para que produjera insulina y curar la diabetes tipo 1, pues hasta ahora lo que se buscaba era trasplantar células beta productoras de insulina y evitar que el cuerpo las rechazara.

En modelos genéticos, la pérdida del factor regulador maestro de transcripción ARX es suficiente para inducir la conversión de las células alfa a células ß funcionales.

La artemisinina es una pequeña molécula que funcionalmente reprime el ARX, causando su translocación al citoplasma.

Los estudios se han realizado hasta ahora en el pez cebra, roedores, y células de islotes pancreáticos humanos in vitro, por lo que se piensa que en futuros estudios en humanos (in vivo) se puedan obtener los mismos resultados.

lunes, 5 de diciembre de 2016

El azafrán demuestra de nuevo su potencial como antidepresivo

Ya era conocido para muchos la capacidad antidepresiva del extracto de azafrán rico en safranal y ahora un nuevo estudio realizado por científicos iraníes y publicado en la revista "Pharmacopsychiatry" vuelve a confirmar ese efecto.

Para valorar la eficacia del azafrán sobre el sistema nervioso central, se asignaron al azar a 66 pacientes diagnosticados de trastorno depresivo mayor con angustia y ansiedad, a recibir bien un extracto de azafrán (30 mg al día) o el fármaco citalopram (40 mg al día) durante seis semanas. Finalizaron el estudio 60 pacientes.

Cuando se valoraron los resultados, se emplearon las escalas de Hamilton para la depresión y para la ansiedad.

Al cabo de seis semanas, la efectividad en el control de los síntomas, fue la misma en el grupo tratado con escitalopram que en el grupo tratado con el extracto de azafrán, por lo que los autores concluyen que el azafrán puede considerarse un tratamiento potencial en los trastornos depresivos mayores asociados con angustia y ansiedad.



La fracción insaponificable de soja y aguacate, demuestra también efectos positivos en la artrosis temporomandibular y sobre el dolor de dicha articulación.

Todos los alimentos poseen distintos constituyentes, y así podemos encontrar que tienen grasas o lípidos, hidratos de carbono o azúcares y proteínas, además de agua, vitaminas y otras sustancias minerales.

Las grasas tienen la posibilidad de saponificarse, es decir, de formar un jabón como ocurre cuando se elaboran jabones artesanales o caseros, que no es más que una reacción química que tiene lugar cuando se les añade sosa. Los aceites de soja y aguacate, no son ninguna excepción y también pueden hacerlo, pero en éstos, menos del 1 % no se saponifica y forman lo que llamamos fracción insaponificable.

Esa fracción insaponificable en una relación 2:1 (200 de la de soja y 100 de la de aguacate), ha demostrado en varios ensayos clínicos ser capaz de frenar y revertir el proceso artrósico y no se habían hecho estudios sobre esta pequeña articulación situada en la mandíbula.

Ahora, un grupo de científicos, se han centrado en comprobar si en la articulación temporomandibular, también se reproducían los efectos observados en otras grandes articulaciones y los resultados demuestran que sí se producen cambios que se traducen en una mejora del dolor.

En el estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y publicado en “International Journal of Oral & Maxillofacial Surgery”, participaron 14 mujeres diagnosticadas con artralgias y artrosis temporomandibular a las que se les administró por vía oral cápsulas de insaponificables de soja y aguacate (ASU) o un placebo durante 4 meses y el total de seguimiento fue de 6 meses, valorándose el dolor y la funcionalidad con distintas escalas y marcadores.

Las que tomaron ASU tuvieron una disminución en los síntomas de dolor y una mejora en la calidad de vida. Además, se encontró una reducción significativa en el uso de medicación de rescate en el grupo de ASU comparación con el grupo placebo.

Este estudio preliminar proporciona una fuerte evidencia de la eficacia de los ASUs en pacientes con enfermedades degenerativas articulares y en la artralgia en la articulación temporomandibular, aunque son precisos estudios con muestras más amplias que den más solidez a los resultados.