jueves, 30 de junio de 2016

Un nivel óptimo de ácidos grasos omega 3 en sangre se vincula con un menor riesgo de ataque cardiaco por enfermedad coronaria

Unos niveles altos de ácidos grasos omega 3 procedentes de la dieta (vegetales, pescado azul y marisco), se asocian moderadamente a un menor riesgo de muerte por enfermedad coronaria, según se desprende de un metaanálisis publicado en "Archives of Internal Medicine".

El estudio estuvo dirigido y coordinado por Liana C. del Gobbo, de la División de Medicina Cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Boston, Estados Unidos y el autor principal Dariush Mozaffarian, decano de Escuela de Nutrición y Ciencias Políticas de la misma universidad. Científicos de todo el mundo se unieron para formar el "Fatty acids and Outcomes Research Consortium" (FORCE).

Mediante la combinación de resultados de diversos estudios a gran escala que midieron los niveles en sangre o tejidos de ácidos grasos omega-3, evaluaron las relaciones con los episodios de cardiopatía en el tiempo.

Se incluyeron total de 19 estudios en los que participaron 16 países y 45.637 participantes. De éstos, 7.973 personas desarrollaron un primer ataque al corazón en el tiempo, incluyendo 2.781 muertes y 7.157 infartos de miocardio no mortales.

Los ácidos grasos omega-3 se asociaron con un 10% menos de riesgo de ataques cardíacos mortales. Por el contrario, estos biomarcadores de ácidos grasos generalmente no se vincularon con un riesgo de ataques al corazón no fatales, lo que sugiere un mecanismo más específico de beneficios de los omega-3 relacionado con la muerte.

miércoles, 22 de junio de 2016

El uso prolongado de antibióticos y la pérdida consiguiente de la flora intestinal detiene el crecimiento de nuevas células cerebrales y puede deteriorar la memoria.

El uso de antibióticos que destruyan las bacterias del intestino también puede detener el crecimiento de nuevas células cerebrales en el hipocampo, una zona del cerebro asociada con la memoria, según un estudio en ratones publicado en "Cell Reports". Además los investigadores descubrieron una pista del por qué un tipo de glóbulo blanco parece actuar como un comunicador entre el cerebro, el sistema inmunológico y el intestino.

Una de las autoras, Susanne Asu Wolf, del Centro de Medicina Molecular Max-Delbrueck, en Berlín, Alemania, observó por primera vez indicios de que el sistema inmune podría influir en la salud y el crecimiento de las células del cerebro a través de la investigación de los linfocitos T hace casi diez años. Sin embargo, había pocos estudios que hubieran encontrado un vínculo entre cerebro, sistema inmunológico e intestino.

En el nuevo trabajo, los investigadores dieron a un grupo de ratones suficientes antibióticos como para que se convirtieran casi en libres de microbios intestinales. En comparación con los ratones no tratados, los roedores que perdieron sus bacterias intestinales saludables tuvieron peores resultados en las pruebas de memoria y mostraron una pérdida de la neurogénesis (nuevas células cerebrales) en una zona del hipocampo que normalmente produce nuevas células cerebrales durante la vida de un individuo.

Al mismo tiempo que los ratones experimentaron pérdida de la memoria y de la neurogénesis, el equipo de investigación detectó un nivel más bajo de glóbulos blancos y específicamente monocitos Ly6Chi en el cerebro, sangre y médula ósea.

En otro experimento, los autores compararon a los ratones no tratados con roedores que tenían niveles normales de bacterias intestinales saludables, pero niveles bajos de Ly6Chi bien genéticamente o debido al tratamiento con anticuerpos que se dirigen a las células Ly6Chi. En ambos casos, los ratones con niveles bajos de Ly6Chi mostraron los mismos déficits de memoria y neurogénesis que los ratones del otro experimento que habían perdido las bacterias intestinales.

Además, al restaurar los niveles Ly6Chi en los ratones tratados con antibióticos, la memoria y la neurogénesis mejoraron. Los ratones que recibieron probióticos o que se ejercitaron sobre una rueda después de recibir antibióticos recuperaron la memoria y la neurogénesis. Sin embargo, cuando se restauró la microbiota con trasplantes fecales, no se obtuvo ningún efecto.

Referencia biliográfica: 

http://www.cell.com/cell-reports/fulltext/S2211-1247(16)30518-6

lunes, 20 de junio de 2016

Un estudio demuestra la efectividad de la electroacupuntura en el síndrome del tunel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es una afección en la que hay dolor, entumecimiento, hormigueo y pérdida de fuerza en la mano debida a la compresión de un nervio (nervio mediano), en su paso por la muñeca. Hasta ahora el tratamiento consiste en emplear una inmiovilización con férulas durante la noche y cuando los síntomas son más intensos en la liberación quirúrgica del nervio atrapado. Pero ahora, una nueva investigación corrobora que la elelctroacupuntura, puede ser una herramienta apropiada en el tratamiento de esta afección.

La electroacupuntura es una técnica en la que una vez colocadas las agujas de acupuntura se conectan a un equipo que emite unas señales eléctricas que estimulan los puntos de acupuntura donde se han insertado las agujas y que no es doloroso.

En el nuevo estudio publicado en Canadian Medical Association Journal (CMAJ), los investigadores asignaron a 181 participantes, todos con un síndrome de túnel carpiano de leve a moderado, a usar unas férulas de descarga solo durante la noche, o a usarlas junto con 13 sesiones de electroacupuntura en un periodo de 17 semanas. Un total de 174 participantes acabaron el estudio.

Los que se sometieron al tratamiento de electroacupuntura comunicaron menos discapacidad y unos síntomas menos graves, además de una mayor función y más destreza manual.

jueves, 9 de junio de 2016

Un compuesto del té verde mejora a capacidad cognitiva en el síndrome de Down

La intervención cognitiva temprana es el único enfoque terapéutico utilizado de rutina para la mejora de los déficits intelectuales en las personas con síndrome de Down, pero sus efectos son limitados.

Por ello un grupo de científicos catalanes se propusieron encontrar una terapia farmacológica que mejorara algunas capacidades intelectuales de las personas con síndrome de Down y los resultados no han podido ser más prometedores, puesto que como se ha publicado en la revista “The Lancet Neurology”, se demuestra por primera vez la eficacia de un tratamiento en la mejora de la función cognitiva de las personas con síndrome de Down.

En el estudio doble ciego, controlado con placebo se incluyeron a adultos (de 16-34 años) con síndrome de Down, con cualquiera de las variaciones del Síndrome de Down genéticos (trisomía 21, trisomía parcial, de mosaico, o translocación), asignándose al azar a dos grupos, uno de los cuales (43 pacientes) recibió galato de epigalocatequina o EGCG (9 mg / kg por día) y el otro (41 pacientes) un placebo y a ambos un programa de estimulación cognitiva durante 12 meses haciéndose seguimiento hasta seis meses después de la finalización del estudio.

El criterio de valoración principal fue la mejora cognitiva evaluada por neuropsicólogos con una batería de pruebas cognitivas para la memoria episódica, la función ejecutiva, y mediciones funcionales.

El EGCG junto a un protocolo de estimulación cognitiva durante 12 meses fue significativamente más eficaz que el placebo y la estimulación cognitiva en la mejora de la memoria visual de reconocimiento, el control inhibitorio, y la conducta adaptativa. Estas mejoras no solo se han observado a nivel cognitivo, es decir, de la capacidad de razonamiento, de aprendizaje, de memoria y de atención, sino que también sugieren la modificación de la conectividad funcional de las neuronas en el cerebro.

No se observaron diferencias en los efectos adversos entre los dos grupos de tratamiento.

Son precisos más estudios de fase 3 con una población mayor de individuos con síndrome de Down para evaluar y confirmar la eficacia a largo plazo de EGCG y la estimulación cognitiva.

jueves, 2 de junio de 2016

El Tai Chi, efectivo en el dolor de la artrosis de rodilla

Son numerosos los pacientes que acuden y recorren las consultas con problemas crónicos y degenerativos como es la artrosis. Ya nos hicimos eco de que la acupuntura es una herramienta efectiva para disminuir el dolor de estos pacientes y hemos hablado también de condroprotectores poco conocidos como los insaponificables de soja y aguacate, pero ahora, un nuevo estudio demuestra que el tai chi, un arte marcial de origen oriental, también puede resultar efectivo para mejorar el dolor y que puede ser una alternativa a la fisioterapia.

Los investigadores plantearon que este antiguo arte podría ser de particular beneficio para los adultos con sobrepeso,  que son las más propensas precisamente a desarrollar artrosis de rodilla.

Para realizar el estudio, los investigadores, siguieron a 200 personas, con una edad promedio de 60 años, que llevaban al menos ocho años con síntomas de artrosis, siendo la mayor parte obesas, a los que se asignó en dos grupos, uno realizó tai chi  y los otros recibieron la fisioterapia estándar. El grupo de tai chi realizó el ejercicio con un instructor entrenado dos veces por semana durante 12 semanas. Los demás recibieron la fisioterapia estándar durante seis semanas, seguidas de seis semanas de ejercicio monitorizado en casa.  A los participantes de ambos grupos tomar los medicamentos de rutina, como antiinflamatorios.

Al finalizar las 12 semanas de tratamiento en ambos grupos se avaluó el dolor, la rigidez y el funcionamiento de las articulaciones de los pacientes. Ambos grupos mostraron mejoras significativas similares, que duraron hasta un año.

Aunque no se buscaba ese objetivo, también se observó una mejora de los síntomas depresivos en quienes tenían depresión entre los pacientes objeto del estudio con artrosis de rodilla.