jueves, 14 de enero de 2016

Un compuesto del vino tinto y del aceite de oliva, puede evitar la formación de placas de ateroma

Si dispusiéramos de un medicamento que interfiriera en la actividad metabólica de la flora intestinal podríamos tratar la enfermedad cardiaca, según un estudio realizado con modelos experimentales y cuyos resultados se han publicado en la revista “Cell', por investigadores de Ohio (Estados Unidos), donde se observó que la suplementación dietética con un compuesto natural abundante en el vino tinto y el aceite de oliva, impidió que los microbios que forman parte de la flora intestinal conviertan alimentos poco saludables en subproductos metabólicos responsables de la obstrucción de las arterias.

Este hallazgo pendiente de replicarse en los seres humanos, podría conducir a una nueva estrategia terapéutica para con probabilidad, prevenir la enfermedad cardiaca y los accidentes cerebrovasculares, las dos principales causas de muerte en el mundo.

La aterosclerosis, se ha relacionado con el consumo de altas cantidades de nutrientes como la colina y carnitina, que son abundantes en alimentos de origen animal como la carne, la yema de huevo y lácteos. Nuestra flora intestinal convierte estos nutrientes en un compuesto llamado trimetilamina (TMA), que a su vez es convertido por enzimas del huésped en un metabolito conocido como trimetilamina N-óxido (TMAO), que acelera la aterosclerosis en modelos animales y se asocia con un mayor riesgo para la enfermedad cardiaca en humanos.

Hasta ahora, los esfuerzos por llegar a esta vía para el beneficio terapéutico se han centrado en la inhibición de las enzimas del huésped que convierten TMA en TMAO. Sin embargo, este enfoque provoca daños en el hígado, así como una poco saludable acumulación de TMA. Hazen y su equipo pensaron que un enfoque más prometedor sería apuntar directamente a los microbios intestinales para prevenir la formación de TMA.

Los investigadores, buscaron inhibidores de la producción microbiana TMA, e identificaron un compuesto llamado 3,3-dimetil-1-butanol (DMB), que se encuentra de forma natural en abundancia en algunos aceites de oliva virgen extra prensados en frío, vinagres balsámicos y aceites de semilla de uva.

En modelos exsperimentales que llevaban una dieta rica en colina y genéticamente predispuestos a la aterosclerosis, el tratamiento con DMB redujo sustancialmente los niveles de TMAO impidiendo la formación de TMA, e inhibió la formación de placas arterioscleróticas sin producir toxicidad.

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