La nicotinamida parece reducir los cánceres de piel no melanomas en un
23 por ciento cuando se toma dos veces al día, según un equipo de
investigadores australianos de la Universidad de Sídney.
Estudios anteriores han indicado que la nicotinamida puede ofrecer a la
piel un incremento de energía, mejorando la reparación del ADN y fortaleciendo
al sistema inmunitario de la piel.
Para ver si este efecto ayudaría a proteger del cáncer de piel, los investigadores
iniciaron un ensayo clínico con 386 pacientes de alto riesgo que habían tenido
al menos dos cánceres de piel no melanoma en los cinco años anteriores. Su edad
promedio era de 66 años, y dos terceras partes eran hombres. Además, muchos de
ellos también padecían otras enfermedades crónicas, como artritis, hipertensión
y otras enfermedades cardiacas o pulmonares.
La mitad del grupo tomó nicotinamida dos veces al día durante un año y
la otra mitad, un placebo, revisándose la piel cada tres meses.
Al final del periodo del estudio de un año, las tasas de nuevos
cánceres de piel no melanoma se habían reducido en un 23 por ciento en el grupo
de la nicotinamida, en comparación con el grupo del placebo, observándose
beneficios desde la primera revisión a los tres meses, reduciéndose también la
aparición de otras lesiones que se pueden considerar como precancerosas.
La nicotinamida no provocó más efectos adversos que el placebo, a
diferencia de otra forma de B3 más conocida llamada niacina, que pueden sufrir
dolores de cabeza, rubores en la piel y presión arterial baja, aunque cuando se
abandonó el tratamiento, al cabo de 12 meses, se perdió el beneficio.
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