sábado, 28 de marzo de 2015

Relacionan la microbiota intestinal con el desarrollo de trastornos mentales

Un estudio liderado por la profesora del California Institute of Technology (Estados Unidos) Elaine Hsiao ha permitido descubrir la relación entre el desarrollo de trastornos mentales, especialmente el autismo, y la microbiota intestinal (microbios que habitan en los intestinos a los que se les atribuye más de 20.000 funciones)

El hallazgo ha sido presentado en la Cumbre Mundial de Microbiota Intestinal para la Salud, y abre la puerta a abordar los trastornos mentales desde la perspectiva de las bacterias que hay en los intestinos de los afectados, ha explicado el presidente del Comité Científico de la Cumbre, Francisco Guarner.

Los investigadores han basado su estudio en provocar trastorno del espectro autista (TEA) en ratones, lo que les ha permitido descubrir que su microbiota intestinal está alterada en comparación con la de ratones sanos: sus intestinos permiten filtraciones de sustancias potencialmente peligrosas al torrente sanguíneo.

Se han observado procesos similares en niños con TEA, que presentan frecuentemente problemas gastrointestinales como estreñimiento y diarrea, lo que sugiere que hay una relación directa entre el trastorno que manifiestan en el cerebro y en el intestino.

Guarner ha explicado que la microbiota intestinal "tiene una especial relevancia en los niños", teniendo en cuenta que se ha demostrado que está relacionada con el incremento de casos de obesidad y trastornos metabólicos y autoinmunes, como la celiaquía y las alergias alimentarias.

"Si toman demasiados antibióticos, viven en entornos excesivamente higiénicos y no consumen suficientes vegetales, los niños sufren trastornos en su microbiota", lo que desencadena en enfermedades y trastornos, ha especificado.

Otro hallazgo relacionado con este aspecto es el que ha expuesto la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Esther Jiménez, que ha revelado que la leche materna aporta al intestino del bebé bacterias beneficiosas que ejercen un efecto protector contra una serie de enfermedades: "La lactancia fortalece la microbiota y evita trastornos".

En la Cumbre también se ha abordado el uso de prebióticos y probióticos para combatir los desórdenes de las bacterias intestinales, así como la importancia de tener una dieta equilibrada para proteger el organismo de numerosas enfermedades.

Guarner ha aconsejado "comer verdura, fruta y evitar alimentos procesados", teniendo en cuenta que la dieta influye en la composición de la microbiota intestinal, y ha destacado que tan solo una semana después de iniciar unos hábitos alimentarios saludables ya se puede restablecer la flora bacteriana.


En el encuentro internacional también se han presentado dos estudios liderados por el profesor de la Columbia University (Estados Unidos) Robert Schwabe y el de la Heidelberg University (Alemania) Peer Bork, que han descubierto que existe una relación directa entre el cáncer de colon e hígado y la microbiota intestinal.

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