miércoles, 4 de febrero de 2015

Té verde contra el cáncer oral

El té verde, esta infusión milenaria tan popular hoy en día por su poder antioxidante, podría tener la llave para futuros tratamientos contra el cáncer oral y otros tipos de cáncer. Según un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, uno de sus principios activos tiene el potencial de destruir células cancerígenas y detener su crecimiento.

Los hallazgos publicado en "Molecular Nutrition and Food Research", refieren que la epigalocatequina-3-galato (EGCG), un compuesto que se encuentra en el té verde, desencadena un proceso en las mitocondrias que conduce a la muerte celular, sin dañar las células normales.

"La EGCG daña la mitocondria y ese daño mitocondrial establece un ciclo que causa más daño, hasta que la célula sufre la muerte celular programada", señaló el Dr. Joshua Lambert, uno de los autores del estudio. "Parece que la EGCG causa la formación de especies reactivas de oxígeno en las células tumorales, lo que daña la mitocondria, y la mitocondria responde produciendo más especies reactivas de oxígeno."

La desaparición mitocondrial continua, hace que la célula cancerígena reduzca la expresión de genes antioxidantes, con lo que se va haciendo más vulnerable.

La EGCG no causó esta reacción en las células normales y de hecho, parecía aumentar la capacidad de protección de la célula, según los investigadores.

Para entender cómo la EGCG afectaba a las células tumorales, los científicos realizaron un ensayo clínico con células orales humanas normales y células de cáncer oral. Las células normales y las cancerígenas se sembraron en placas de Petri y luego fueron expuestas en concentraciones que se encuentran típicamente en la saliva después de masticar chicle de té verde con EGCG. En las muestra se pudo observar el efecto del estrés oxidativo y los signos de respuesta antioxidante.

Se descubrió que una enzima proteica llamada sirtuina 3 (SIRT3) fue fundamental para el proceso, por lo que la EGCG podría afectar de forma selectiva la actividad de las sirtuinas 3 en las células del cáncer -para desactivarlo- y en las células normales -para activarlo-, lo que sería aplicable a varios tipos de cáncer.

El siguiente paso será estudiar el mecanismo en ensayos con animales. Si esas pruebas y ensayos posteriores en humanos son exitosas, los investigadores esperan crear tratamientos contra el cáncer tan eficaces como los tratamientos actuales sin los efectos secundarios que hoy conocemos de este tipo de terapias.

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