viernes, 20 de febrero de 2015

Los niveles de vitamina D pueden afectar a la gravedad de los infartos cerebrales

En este blog, nos hemos hecho eco de numerosos estudios en los que la vitamina D ha demostrado eficacia además de en la salud ósea, en diferentes patologías, como la esclerosis múltiple, la salud cardiovascular, fibromialgia, etc.

Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores estadounidenses han demostrado una asociación entre los niveles de vitamina D y la gravedad de los infartos cerebrales y su posterior recuperación. Cuanto más bajos son los niveles de esta vitamina, más grave es el infarto cerebral y peor es la recuperación, afirmaron los científicos en la “Conferencia internacional sobre infartos cerebrales de 2015” de la American Stroke Association de Nashville (Tennessee).

El estudio, que se llevó a cabo en la Universidad de Massachusetts en Worcester, incluía a 96 pacientes tratados entre enero de 2013 y enero de 2014 tras sufrir un infarto cerebral. Los sujetos del estudio con niveles bajos de vitamina D (por debajo de 30 nanogramos de 25-hidroxi-vitamina D por mililitro de sangre) tenían áreas de necrosis que eran el doble de grandes que las que se hallaron en pacientes con niveles normales de vitamina D. Este hecho afectó tanto a pacientes con infartos cerebrales de tipo lacunar como de tipo no lacunar.

El nivel de vitamina D también afectó a la recuperación tras el acontecimiento del infarto cerebral. Por cada reducción de 10 ng/ml en la 25-hidroxi-vitamina D, la posibilidad de recuperación en los tres meses posteriores al infarto cerebral se redujo a la mitad. La gravedad del infarto cerebral y la edad de los pacientes no jugaban ningún papel.

Los autores admitieron: “Ya que el estudio solo implicó a un pequeño número de participantes (principalmente caucásicos), era demasiado pronto para trazar conclusiones firmes”. Los autores recomendaron: “No obstante, los pacientes deberían recibir asesoramiento de sus médicos en relación con la necesidad de tomar complementos de vitamina D, especialmente si tienen un riesgo elevado de poder padecer un infarto cerebral”.

Fuente: http://www.univadis.es/medical-news/53/Los-niveles-de-vitamina-D-pueden-afectar-a-la-gravedad-de-los-infartos-cerebrales?utm_source=newsletter+email&utm_medium=email&utm_campaign=medical+updates+-+weekly&utm_content=96623&utm_term=automated_weekly 


jueves, 19 de febrero de 2015

Aceite de coco para la hipertensión

El estudio publicado en la revista científica “Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism”, refiere que la combinación única de ácidos grasos que posee el aceite de coco y su casi nulo contenido de sodio, tendrían efectos muy positivos en la salud, entre los que cabe destacar además de los encontrados en el estudio, la pérdida de peso y la enfermedad de Alzheimer.

En experimentos realizados en ratas hipertensas, los científicos descubrieron que la ingesta de aceite de coco o la práctica de ejercicio por si solas disminuían los valores de la presión arterial, sin embargo, la combinación de ambos, demuestra un mayor efecto terapéutico para regular la presión arterial y mantenerla en niveles normales que las dos terapias por separado. Los datos fueron comparados con los de roedores que recibieron solución salina y no fueron expuestos al protocolo de entrenamiento a lo largo de 5 semanas.

Los autores del trabajo indican que los beneficios del agua de coco y el ejercicio físico podrían ser explicados por la mejora de la sensibilidad barorrefleja, así como por la reducción en el estrés oxidativo en el suero, el corazón y la aorta.

"Este es un hallazgo importante ya que el aceite de coco se está considera un súper alimento y está siendo consumida por los atletas y la población en general que buscan un estilo de vida saludable", destacó el Dr. Valdir Braga de Andrade, coautor del estudio.


"La posibilidad de utilizar aceite de coco como un adyuvante para el tratamiento de la hipertensión se suma a la larga lista de beneficios asociados a su consumo. Nuestro siguiente paso es realizar algunos ensayos clínicos con el fin de verificar si podemos reproducir estos hallazgos en pacientes humanos hipertensos", añadió el investigador.

martes, 17 de febrero de 2015

La inulina extraída de la alcachofa, mejora la administración de los fármacos para el cáncer de colon

Científicos de los grupos de investigación de Enzimología y Química de carbohidratos, polímeros y aditivos industriales de la Universidad de Murcia (UMU) han desarrollado unas microcápsulas elaboradas a partir de un polisacárido natural presente en la alcachofa, la inulina, que logra que un fármaco administrado por vía oral se libere en el colon, y no en el estómago o en el intestino.

Esta especificidad es muy útil, sobre todo, en el caso de fármacos perjudiciales para otros órganos, como es el caso de los empleados en la quimioterapia del cáncer de colon, según uno de los responsables del estudio e investigador principal del grupo de Química de carbohidratos, polímeros y aditivos industriales, Pedro Antonio García Ruiz.

García explica que las enfermedades de colon son difíciles de tratar porque los fármacos administrados por vía oral se absorben en el estómago y en el intestino y no llegan al colon, y los administrados por vía intravenosa se eliminan del cuerpo antes de llegar al colon.

Los profesores del grupo de Enzimología de la UMU, Francisco García Cánovas y José Neptuno Rodríguez López, en contacto con personal médico, tuvieron conocimiento de este problema y decidieron ponerse en contacto con el profesor Pedro Antonio García Ruiz, dada su experiencia en encapsulación y derivados de inulina.

Las bacterias presentes en el colon degradan la inulina, por lo que los científicos pensaron en utilizar este polisacárido como cáscara que protegiera el fármaco. No obstante, se planteaba un problema, y es que esta sustancia es soluble en agua, por lo que los investigadores tuvieron que preparar un derivado insoluble.

Utilizando la experiencia del profesor García Ruiz en encapsulación y en la preparación de esteres cinámicos de polisacáridos, obtuvieron microcápsulas con cinamato de inulina como cáscara y cuyo núcleo contenía metotrexato.

García Ruiz señala que las microcápsulas son como "esferitas tan pequeñas que no se pueden ver", del tamaño de una milésima de milímetro, y tienen la apariencia de un "polvo finísimo". El medicamento contiene un poco de ese polvo finísimo mezclado con almidón en otras cápsulas de tamaños más grandes y visibles.

García explica que la inulina es un polisacárido que está en muchos productos, como la achicoria y la alcachofa. De hecho, recuerda que los conserveros de la alcachofa han tenido tradicionalmente muchos problemas porque, tras su conserva, dentro del bote se generaba una especie de "tierra" o precipitado que le daba mal aspecto al producto, y que era precisamente la inulina. "La gente no sabe que ese precipitado es un alimento estupendo y que no es nada malo, pero era un problema para los conserveros de la Región", según García.

martes, 10 de febrero de 2015

Un extracto de patata para adelgazar

Investigadores de la Universidad McGill (Canadá) han desarrollado un sencillo extracto de patata rico en polifenoles que puede servir para frenar el aumento de peso que ocasiona una dieta rica en grasas e hidratos de carbono. La dosis diaria equivale a 30 patatas, pero no recomendamos comer 30 patatas cada día.

Los científicos alimentaron a un grupo de ratones con una dieta inductora de la obesidad que propició que, iniciando el estudio con unos 25 gramos de peso, engordaran una media de 16 gramos después de 10 semanas. Sin embargo, los científicos observaron que introducir este novedoso extracto de patata, elaborado a partir de una variante de patata canadiense, era suficiente para que engordaran mucho menos, apenas 7 gramos en el mismo periodo. "Nos quedamos asombrados por los resultados", reconoce el profesor Luis Agellon, uno de los autores del estudio, que de hecho repitió el estudio utilizando un lote diferente de patatas, cultivadas en otra temporada, para corroborar la veracidad de los datos.

La clave, según vieron, está en la elevada concentración de polifenoles, un componente químico beneficioso para la salud que está presente en muchas frutas y verduras, que presentaba dicho extracto, cuya dosis diaria equivalía al consumo de 30 patatas. "Por supuesto que no queremos recomendar comer 30 patatas al día", añade Stan Kubow, que está trabajando en poder desarrollar un suplemento dietético a partir de dicho extracto para que pueda incorporarse a cualquier dieta alimenticia.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Té verde contra el cáncer oral

El té verde, esta infusión milenaria tan popular hoy en día por su poder antioxidante, podría tener la llave para futuros tratamientos contra el cáncer oral y otros tipos de cáncer. Según un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, uno de sus principios activos tiene el potencial de destruir células cancerígenas y detener su crecimiento.

Los hallazgos publicado en "Molecular Nutrition and Food Research", refieren que la epigalocatequina-3-galato (EGCG), un compuesto que se encuentra en el té verde, desencadena un proceso en las mitocondrias que conduce a la muerte celular, sin dañar las células normales.

"La EGCG daña la mitocondria y ese daño mitocondrial establece un ciclo que causa más daño, hasta que la célula sufre la muerte celular programada", señaló el Dr. Joshua Lambert, uno de los autores del estudio. "Parece que la EGCG causa la formación de especies reactivas de oxígeno en las células tumorales, lo que daña la mitocondria, y la mitocondria responde produciendo más especies reactivas de oxígeno."

La desaparición mitocondrial continua, hace que la célula cancerígena reduzca la expresión de genes antioxidantes, con lo que se va haciendo más vulnerable.

La EGCG no causó esta reacción en las células normales y de hecho, parecía aumentar la capacidad de protección de la célula, según los investigadores.

Para entender cómo la EGCG afectaba a las células tumorales, los científicos realizaron un ensayo clínico con células orales humanas normales y células de cáncer oral. Las células normales y las cancerígenas se sembraron en placas de Petri y luego fueron expuestas en concentraciones que se encuentran típicamente en la saliva después de masticar chicle de té verde con EGCG. En las muestra se pudo observar el efecto del estrés oxidativo y los signos de respuesta antioxidante.

Se descubrió que una enzima proteica llamada sirtuina 3 (SIRT3) fue fundamental para el proceso, por lo que la EGCG podría afectar de forma selectiva la actividad de las sirtuinas 3 en las células del cáncer -para desactivarlo- y en las células normales -para activarlo-, lo que sería aplicable a varios tipos de cáncer.

El siguiente paso será estudiar el mecanismo en ensayos con animales. Si esas pruebas y ensayos posteriores en humanos son exitosas, los investigadores esperan crear tratamientos contra el cáncer tan eficaces como los tratamientos actuales sin los efectos secundarios que hoy conocemos de este tipo de terapias.

martes, 3 de febrero de 2015

La moxibustión activa los macrófagos para destruir bacterias

La moxibustión, es una técnica de tratamiento procedente de la Medicina Tradicional China mediante la cual se aplica calor en determinados puntos de acupuntura para conseguir un efecto terapéutico. Este calor se consigue utilizando la combustión de la raíz de una planta medicinal, la artemisa, que se prepara generalmente en forma de cilindros que recuerdan a un puro. Pero también se puede aplicar de otras muchas formas empleando la artemisa en polvo pegada al mango de la aguja de acupuntura para que propague el calor a través de ésta. Además de estas dos técnicas existen otras muchas e incluso empleando otras sustancias para la combustión como el carbón, pero todas ellas con la finalidad de emplear el calor como fuente de curación.

Recientemente, un estudio realizado en China, sugiere que la moxibustión genera una respuesta protectora contra la infección bacteriana mediante la activación de los macrófagos. 

El estudio realizado en ratones , evidenció que la acción bactericida, se debía a la activación de la utofagia por parte de los macrófagos. De esta forma quedan protegidos los ratones de la mortalidad debida a la infección bacteriana.