La
investigación publicada en la revista Hypertension y financiada por la
Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés), refiere que el
potencial beneficio terapéutico de la remolacha se debe a sus altos niveles de
nitrato inorgánico, sustancia que en el cuerpo humano se convierte en óxido
nítrico, que a su vez favorece la relajación y dilatación de los vasos sanguíneos.
Las
conclusiones de los investigadores se basan en los resultados de un ensayo
clínico en el que participaron 64 pacientes de entre 18 y 65 años de edad. La
mitad de ellos tomaba medicación para la hipertensión, y el resto no habían
comenzado a medicarse. Los voluntarios fueron asignados aleatoriamente en dos
grupos diferentes: un grupo debía tomar un vaso de jugo natural de remolacha (8
onzas/250 ml) y el otro un placebo de jugo de remolacha sin nitratos.
Los pacientes
fueron monitoreados durante dos semanas antes y después del estudio, con lo que
el lapso de estudio fue de un total de ocho semanas. Los resultados mostraron
que los participante que habían bebido el jugo de remolacha durante cuatro
semanas experimentaron una reducción en la presión arterial de 8/4 mmHg
(sistólica/diastólica), además, experimentaron una mejora de un 20% en la
dilatación de los vasos sanguíneos y la rigidez de las arterias se redujo un
10%.
En las dos
semanas siguientes en las que no bebieron el jugo de remolacha, la presión
arterial de los pacientes volvió a subir a sus niveles iniciales.
“Estos
hallazgos sugieren un papel clave del nitrato en la dieta como una herramienta
de fácil disponibilidad y un tratamiento asequible, coadyuvante en el
tratamiento de los pacientes con hipertensión. Esta investigación ha demostrado
que una dosis diaria de nitrato inorgánico puede ser tan eficaz como la
intervención médica en la reducción de la presión arterial y la mejor parte es
que podemos obtenerlo de la remolacha y de otras verduras de hoja verde”,
resaltó Amrita Ahluwalia, coautora del estudio.