miércoles, 28 de agosto de 2013

La ingesta de ácidos grasos Omega 3 permite recuperar la calidad del semen


La ingesta de ácidos grasos Omega 3 permite recuperar la calidad del semen, según una investigación realizada por la andróloga Carmen Anarte, profesional de la Unidad de Reproducción Asistida Quirón-Bilbao.

En concreto, el aporte de una suplementación exógena a base de aceite de microalgas, rico en DHA (ácido docosahexaenoico), y en dosis de 800 mg/día durante 10 semanas, "permite" conseguir que pacientes infértiles alcancen niveles de morfología y vitalidad espermática "similares" a los de un donante de semen, a quienes se exige un nivel muy alto de calidad seminal.

El trabajo de investigación ha tenido una duración de cuatro años y en su elaboración han participado 90 varones, con un historial clínico previo de fracasos en tratamientos de reproducción asistida, y 30 donantes de semen, elegidos por sus óptimas calidades seminales.

Según ha explicado la doctora Anarte, las membranas de los espermatozoides contienen un "alto porcentaje" de ácidos grasos polinsaturados y una membrana espermática con menos DHA del deseado se vuelve "rígida y menos flexible, por lo que es más difícil que el espermatozoide fecunde el óvulo".

Según el estudio, este ácido graso es capaz de concentrarse en diferentes estructuras de nuestro organismo y la distribución permite prever que sus principales beneficios estén relacionados con el óptimo desarrollo y funcionamiento del cerebro, con la agudeza visual y también con el proceso de la concepción. Por ello, el DHA es necesario para el correcto desarrollo cerebral y ocular del feto.

Los principales productores de DHA son las microalgas que forman parte del fitoplancton de las aguas marinas. Este DHA se transfiere a través de la cadena trófica al pescado azul (atún, salmón, caballa) y al krill.

lunes, 26 de agosto de 2013

Antioxidantes presentes en las alcachofas logran matar células tumorales pancreáticas humanas "in vitro"


Científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, han demostrado en un estudio "in vitro" que la apigenina y la luteolina, flavonoides antioxidantes presentes en algunas verduras como las alcachofas, el apio o el orégano mexicano, son capaces de acabar con células tumorales del páncreas humano, gracias a la inhibición de una enzima importante para su desarrollo.

La clave, según explican los autores de dicho hallazgo en la edición digital de "Food and Chemical Toxicology", está en utilizar estas sustancias como tratamiento previo en lugar de aplicarlos al tiempo que el fármaco quimioterápico gemcitabina.

"Nuestro estudio indica que el tomar suplementos de antioxidantes en el mismo día en que los fármacos quimioterápicos puede anular el efecto de esos fármacos", dijo Jodee Johnson, una de las autoras del estudio.

Al parecer, una de las vías que utilizan los fármacos quimioterápicos para destruir las células es su actividad pro-oxidante, lo que significa que los flavonoides pueden y este tratamiento pueden competir entre sí cuando se usan al mismo tiempo", explicó.

En su investigación, los científicos descubrieron que la apigenina inhibe una enzima llamada glucógeno sintasa quinasa-3beta (GSK-3beta), que da lugar a una disminución en la producción de genes anti-apoptóticos en las células del cáncer pancreático, lo que favorece la muerte celular cuando el ADN resulta dañado.

En concreto, el porcentaje de apoptosis celular fue de 8,4 por ciento en las células que no habían sido tratados con el flavonoide y 43,8 por ciento en las células que si lo habían recibido, sin incluir en ningún momento la quimioterapia.

El tratamiento con el flavonoide también modificó la expresión de algunos genes asociados con las citoquinas pro-inflamatorias.

Los científicos reconocen que los pacientes con cáncer de páncreas probablemente nunca sean capaces de comer suficientes alimentos ricos en flavonoides como para elevar los niveles de plasma sanguíneo hasta los niveles necesitados. Sin embargo, el hallazgo sí que podría permitir diseñar fármacos que permitan lograr esas concentraciones. 

domingo, 18 de agosto de 2013

El consumo de pescado por los ácidos grasos omega-3, se asocia con un menor riesgo de enfermedades reumáticas


Un nuevo estudio sueco publicado en la revista Annals of Rheumatic Diseases ha demostrado que el consumo regular de pescado durante años reduce significativamente el riesgo de desarrollar artritis reumatoide. El riesgo de reumatismo fue un 29% más bajo en las mujeres que habían consumido una o varias raciones de pescado regularmente durante diez o más años.
Los científicos del Karolinska Institutet recopilaron información sobre los hábitos dietéticos de más de 32 000 mujeres nacidas entre 1914 y 1948. Las mujeres cumplimentaron un cuestionario sobre ingestión de alimentos, altura, peso, maternidad y nivel de estudios entre 1987 y 1990, y otro cuestionario similar en 1997. Entre 2003 y 2010, se realizó un seguimiento de su estado de salud.
Durante el periodo de supervisión, a 205 mujeres se les diagnosticó artritis reumatoide. Entre las mujeres que contrajeron la enfermedad, una de cada cuatro (27%) habían consumido una cantidad de ácidos grasos poliinsaturados (AGP) omega 3 inferior a 0,21 g al día, mientras que en todo el grupo habían consumido esta cantidad una de cada cinco.
El consumo regular de una o varias raciones de pescado a la semana redujo un 29% del riesgo total de desarrollar artritis reumatoide. El riesgo de artritis reumatoide de las mujeres cuyo consumo de AGP omega 3, tanto en 1987 como en 1997, superó los 0,21 g diarios (equivalente a al menos una ración de pescado azul o cuatro raciones de pescado blanco a la semana) fue un 52% más bajo que el de las mujeres que consumieron menos pescado en ambos años.
"La relación inversa entre el consumo de pescado y la artritis reumatoide puede atribuirse principalmente a su contenido en AGP omega-3 de cadena larga", concluyen los autores, que añaden que los resultados indican que estas sustancias pueden tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.

viernes, 2 de agosto de 2013

Los preparados de plantas medicinales ayudan a combatir el insomnio de verano sin los efectos secundarios de los fármacos


Los preparados de plantas medicinales ayudan a combatir el insomnio de verano debido al calor, según ha asegurado el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), quien ha recomendado hidratarse, cenar ligero y tomar preparados de pasiflora, amapola de California y valeriana para obtener un sueño reparador, sin los efectos secundarios de los somníferos sintéticos.

Y es que, el calor, los cambios de horarios y de alimentación, el mayor número de horas de luz y el aumento de las siestas en esta época provocan el llamado 'insomnio de verano', que suele ser pasajero y que incluso puede afectar a personas que de manera habitual suelen conciliar bien el sueño.

"En estos meses hay cambios de horarios continuos y aumenta también el consumo de alcohol, que suele interrumpir el sueño y que si se ha acompañado de cenas pesadas, supone el cóctel perfecto para tener problemas al dormir. Uno de los principales obstáculos es la temperatura, se estima que la calidad del sueño disminuye a partir de los 26 grados centígrados, teniendo en cuenta la ola de calor que atravesamos, será difícil conciliar el sueño con más de 30 grados centígrados, ya que una mayor temperatura corporal hace que nuestro cerebro genere menos melatonina, la hormona responsable del sueño", ha comentado el especialista en Medicina Familiar y miembro de la junta directiva de INFITO, Alberto Sacristán.

En este sentido, el experto ha recomendado ventilar el tiempo justo para no dejar pasar el calor, y abrirlas al atardecer; darse una ducha de agua fría antes de acostarse; tomar agua u otra bebida sin cafeína ni estimulantes; y usar pijamas de algodón que no provoquen sudoración excesiva.

Ahora bien, ha proseguido, si estas medidas no funcionan, se puede recurrir a la toma de preparados farmacéuticos de plantas medicinales como la valeriana, la pasiflora o la amapola de California. Se calcula que el 96 por ciento de las personas prefieren un preparado de origen natural para ayudarles a dormir que otro de origen sintético (químico), según datos de INFITO. Aún así, más de un tercio de los adultos españoles ha utilizado alguna vez un ansiolítico para dormir y, de ellos, cerca de una cuarta parte dice haber sufrido algún efecto secundario, como dificultad de concentración, dependencia y somnolencia diurna.

"Una de las ventajas de tratar el insomnio ocasional con preparados farmacéuticos de plantas medicinales es que éstas no tienen esos efectos secundarios causados por los psicofármacos. En concreto, la Amapola de California alivia la ansiedad y permite conciliar el sueño, la Pasiflora prolonga las fases del sueño profundo y evita los despertares nocturnos y la Valeriana reduce la ansiedad y favorece el sueño sin producir somnolencia diurna", ha explicado el especialista.