Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), en colaboración con la Universidad de Granada y la Universidad Autónoma de Barcelona, han publicado en la revista "Neurobiology of Aging" que la combinación de dos terapias neuroprotectoras como son el ejercicio físico voluntario y la ingestión diaria de melatonina, puede tener un efecto sinérgico contra el deterioro cerebral en roedores que poseen tres mutaciones de la enfermedad de Alzheimer.
Para ello, analizaron el efecto combinado del deporte y la melatonina en estos ratones 3xTg-AD que se encontraban en una fase inicial del Alzheimer, con dificultades de aprendizaje y alteraciones del comportamiento como ansiedad y apatía.
Los ratones se dividieron en 4 grupos: grupo control, grupo con ejercicio (una rueda giratoria en la que podían correr ilimitadamente), grupo con melatonina (una dosis equivalente a 10 mg/kg de peso corporal), y grupo con combinación de melatonina y ejercicio físico voluntario. Además, se añadió como referencia un grupo de ratones sin las mutaciones de la enfermedad.
Después de seis meses se observó que el estado de los cerebros y el comportamiento presentó claramente signos y síntomas de una reversión significativa, acercándose más a los ratones sanos sin mutación que al estadío inicial del que partieron. Los resultados mostraron una mejora general en el comportamiento, aprendizaje y memoria en los tres grupos que recibieron tratamiento.
Aunque este estudio no se pueden aún extraolar a humanos, mientras no se encuentre un tratamiento farmacológico adecuado, la adopción de hábitos de vida saludables son vitales para reducir el riesgo de aparición de la enfermedad y disminuir la severidad de sus efectos, por lo que esta intervención debe intentarse dado que se han hecho algunos pequeños estudios en humanos que apuntan en esa dirección, la ausencia de efectos secundarios y la posibilidad de una mejoría o ralentización de la enfermedad.
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