miércoles, 29 de agosto de 2012

El galato de epigalocatequina presente en el té verde, puede convertirse en una "prometedora" arma contra el cáncer

Así lo ha evidenciado un estudio conjunto de las universidades de Strathclyde y Glasgow (Escocia), publicado en la revista "Nanomedicine" cuyos especialistas han descubierto en las pruebas iniciales efectuadas en el laboratorio que el tratamiento debe ser aplicado "específicamente en los tumores después de la administración intravenosa". De esta forma, casi dos tercios de ellos se reducen o desaparecen al mes de comenzar la terapia.
 
Casi dos tercios de los tumores se redujeron o desaparecieron en el plazo de un mes, y el tratamiento no mostró efectos secundarios en los tejidos normales. En concreto, en el estudio de dos tipos de cánceres de piel del 40 por ciento de los cánceres tratados desaparecieron durante las pruebas, un 30 por ciento de uno y un 20 por ciento de otro se redujeron y finalmente en un 10 por ciento permaneció estable. Además no se observaron  efectos secundarios en los tejidos sanos.
 
El galato de epigalocatequina del té verde, no logra alcanzar al tumor si se administra por vía intravenosa, pero puede resultar eficaz en la lucha contra el cáncer si se ingiere en forma de té.
 
Casi dos tercios de los tumores se redujeron o desaparecieron en el plazo de un mes, y el tratamiento no mostró efectos secundarios en los tejidos normales.
 
Particularizando en la fórmula de administración de este extracto del té, fue en la vesícula donde se encuentra la transferrina, una proteína del plasma que lleva el hierro a través de la sangre. Los receptores de la transferrina se encuentran presentes en muchos tipos de cáncer en altas cantidades.
 

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