Un estudio realizado en California, ha evidenciado que las madres de niños autistas consumieron menos ácido fólico a través de los alimentos y de suplementos en los primeros meses del embarazo que las madres de niños sin ese trastorno. Cumplir la recomendación de ingerir por lo menos 600 microgramos diarios de ácido fólico el primer mes de gestación estuvo asociado con un 38 por ciento menos riesgo de tener un bebé con autismo o síndrome de Asperger, según lo publicado en la revista "American Journal of Clinical Nutrition".
El equipo de Schmidt entrevistó a las madres de 429 preescolares con algún trastorno del espectro autista y de 278 niños con desarrollo normal. Las mujeres respondieron sobre la alimentación y el uso de suplementos durante el embarazo para poder determinar cuánto ácido fólico habían consumido por mes.
Durante el embarazo, las madres de los niños sin autismo habían consumido más ácido fólico a través de alimentos fortificados y vitaminas que el otro grupo.
Esa diferencia fue mayor en el primer mes de embarazo, cuando las madres de los niños con desarrollo normal habían ingerido unos 779 microgramos de ácido fólico por día y el 69 por ciento de ellas cumplía con las recomendaciones de consumo diario de la vitamina B.
En cambio, las madres de los niños autistas recordaron haber consumido unos 655 microgramos diarios y apenas el 54 por ciento habían ingerido los 600 microgramo o más por día.
En el estudio, la relación entre el ácido fólico y el autismo se mantuvo aún tras considerar la edad, la etnia, el tabaquismo y el consumo de alcohol materno durante el embarazo.
Aprovecho para recordar que el uso de suplementos de ácido fólico en el embarazo es algo habitual en España para prevenir enfermedades conocidas genericamente como defectos del cierre del canal neural (espina bífida, mielomengocele, etc), pero que sin embargo hace unos meses, se publicó un estudio en la que
científicos de la Universidad de Boston observaron que realmente el efecto del
ácido fólico como preventivo de estas patologías, se consigue cuando se ingiere
a través de los alimentos y no cuando se toma en forma de suplementos (ver: http://tumedicoteinforma.blogspot.com/2011/06/un-estudio-cuestiona-la-necesidad-de.html ),
es decir que los comprimidos y cápsulas que muchas mujeres ingieren casi de
forma sistemática, no son útiles. Posteriormente, una nueva investigación publicada en
"JAMA" asegura que tomar suplementos de ácido fólico antes de y
durante el embarazo se relaciona con una reducción en el riesgo de tener un hijo
con un retraso grave en el lenguaje a los tres años de edad (ver: http://tumedicoteinforma.blogspot.com.es/2011/10/el-acido-folico-en-el-embarazo-podria.html ).
Por todo ello siempre recomiendo llevar una alimentación variada que incluya alimentos ricos en folato que es la forma natural del ácido fólico, mejor que tomar cápsulas o comprimidos. Entre estos alimentos están las verduras: espárrago (cocido, no enlatado), lechuga, tomate, espinacas, judías verdes o remolacha; frutas como la naranja, aguacate, fresas, pomelo o plátano; legumbres: guisantes, alubias o judías y lentejas ; cereales: maíz (no enlatado) pan integral. Las vísceras, son también alimentos ricos en ácido fólico, pero no las recomiendo, especialmente a mujeres embarazadas por su alto contenido en residuos tóxicos.
Fuente: http://www.ajcn.org/content/early/2012/05/29/ajcn.110.004416.abstract
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