lunes, 27 de febrero de 2012

Los ácidos grasos omega-3, ayudan a prevenir el riesgo cardiovascular de los recien nacidos de bajo peso

Suplementar la dieta con ácidos grasos omega 3 durante los primeros cinco años de vida ayudaría a prevenir el engrosamiento de las paredes arteriales en niños con problemas del desarrollo fetal.

El bajo peso al nacer está asociado con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en la edad adulta. En el 2005, el equipo del doctor Michael R. Skilton, de la Universidad de Sídney, Australia, halló una relación entre las deficiencias del desarrollo fetal y un aumento del grosor de la íntima media (IMT, por sus siglas en inglés) en los neonatos.

Ahora, el mismo equipo estudió a los niños participantes del Estudio Infantil de Prevención del Asma, un ensayo clínico aleatorio que busca determinar si el uso de suplementos del omega 3 reduciría el riesgo de atopia y asma.

El equipo analizó a un subgrupo de participantes que habían nacido con un peso por debajo del percentil 90. En el estudio publicado en "Pediatrics", los autores compararon el crecimiento fetal y el IMT a los ocho años.

A partir de los seis meses de edad, o de la alimentación con biberón, los 187 niños tratados con omega 3 recibieron un suplemento diario de 500 mg de aceite de pescado, con margarina y aceite de colza. El grupo control, de 176 niños, recibió un suplemento diario de 500 mg de aceite de girasol y aceite y margarina rica en ácidos grasos omega 6.

En el grupo control se observó una asociación inversa significativa entre el peso al nacer y el IMT (p =0,04) que se mantuvo estable hasta los ocho años tras considerar el IMC. En cambio, esa relación no apareció en el grupo tratado con ácidos grasos omega 3 (p=0,24). De hecho, se observó una tendencia al aumento del IMT cuanto mayor había sido el peso al nacer.

Según este equipo de investigadores, "para el peso por debajo del punto de intersección, el efecto observado en el IMT de la carótida es consistente con la administración de omega 3, que por cada kg menos de peso al nacer (ajustado según la edad gestacional y el género) reduce un 5-7 por ciento el riesgo futuro de tener un infarto y un 6-8 por ciento el de padecer un accidente cerebrovascular".

El estudio concluye que "los nuevos estudios deberían evaluar si esta intervención reduce la incidencia de la enfermedad cardiovascular en la edad adulta de las personas con deficiencias del crecimiento fetal".

Recuerda, que desde este blog, siempre insistimos en la necesidad de utilizar aceites con ácidos grasos omega-3 que certifiquen la no presencia de metales pesados, especialmente a estas edades.

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